Page 81 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS  A  LA  FILOSOFÍA  ANTIGUA
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      debe  vivir  de  tal  modo  que  haga  posible  una  vida  feliz  y  satisfactoria.
      El  bien  que  había  que  alcanzar  era  lo  que  llamaban  ήδονή,  “ dulzura"  o
      placer,  mientras  Demócrito  lo  había  llamado  εΰθυμία  y  otros  ευδαιμονία
      Nosotros,  con  palabra  más  flaca todavía,  lo  llamamos   “felicidad” .
      El  bien  era  un  estado  de  bienestar,  y  virtudes  tales  como  la  valentía,
      la  prudencia,  la  templanza,  la  justicia,  etc.,  sólo  tenían  valor  porque
      producían  bienestar.
         Los  estoicos  adoptaron  justamente  el  punto  de  vista  contrario,
      el  de  que  nada  es  bueno  excepto  la  efectiva  calidad  de  bondad,  la
      αρετή,  que  generalmente  se  traduce  por  “ virtud” .  Según  ellos,  la
      acción  misma  es  lo  que  importa,  o  más  bien  la  voluntad  de  obrar,
      sin  pensar  en  las  consecuencias.  Más  aún,  las  consecuencias  no  impor-
      tan  en  absoluto :  el  placer  o  el dolor,  la  riqueza  o  la   pobreza,  la
      salud  o  la  enfermedad,  el  éxito   o  el   fracaso,  no  son del  alma :
      ¿A   quién  le  importará  un  comino  de tales  cosas  cuando  el  alma
      aparezca  desnuda  ante  Dios?  Por  otra  parte,  son  cosas  que  no  están
      en  nuestro  poder,  simples  resultados  fortuitos;  lo  único  que  importa
      es  nuestra  voluntad  de  obrar  justamente,  cosa  que  está  absolutamente
      en  nuestro  poder,  independientemente  de  que  estemos  sanos  o  enfer­
      mos,  de  que  seamos  libres  o  esclavos.
         Expresado  brevemente ;  o  existe  algo  que  se  debe  hacer  por  algu-
      na  razón  absoluta,  sin  atender  a  las  consecuencias,  porque  está  bien,
      o  no  hay  tal  realidad  transcendente  y  es  asunto  nuestro  averiguar  y
      seguir  la  línea  de  conducta  que  en  conjunto  dará  los  mejores  resul­
      tados.  A  mi  modo  de  ver,  la  mayor  parte  de  la  gente  sustenta  unas
      veces  un  punto  de  vista  y  otras  el  otro.
         Así,  en  esquema  muy  aproximado  y  escueto,  vemos  que  los  grie­
      gos  hasta  la  época  de  Platón  y  Aristóteles  se  enfrentaron  con  tres
      problemas  principales ;  1)  ¿Cómo  podemos  pensar  libremente,  sin  las
      anteojeras  de  la  tradición?  2)  ¿Qué  es  lo  real  en  esta  masa  descon­
      certante  que  nos  rodea?  o  ¿de  qué  está  compuesto  realmente  el
      mundo?  3)  ¿Qué  debe  hacer  el  hombre  o  qué  es  el  bien?

        _En  rigor,  nuestro  estudio  de  la  filosofía  griega  en  la  Escuela  de
      jlit^ae  Humaniores  se  limita  casi  por  completo  a  los  escritos  de  dos
      álósofos,  Platón  y  Aristóteles,  y  en  realidad  principalmente  a  una  obra
      de  cada  uno  de  ellos,  La  República  y  la  Ética,  respectivamente.  La
      elección  de  estas  dos  obras  es  en  conjunto  un  acierto,  y  se  ha  pro­
      ducido  en  virtud  de  ciertas  condiciones  históricas.  Platón  en  forma
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