Page 79 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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PROLEGÓMENOS  A  LA  FILOSOFÍA  ANTIGUA


      sino  “ ¿cómo  debiera  vivir  e!  hombre?”  (En  Platón,  esta  cuestión
      se  hace  depender  en  gran  parte  de  una  teoría  del  conocimiento  y  dr­
      ía  realidad.  Es  difícil  determinar  hasta  qué  punto  las  teorías  plató­
      nicas  las  sustentaba  Sócrates,  pero  no  lo  es  advertir  el  eslabón  de
      unión.)  Sea  como  fuere,  el  estudio  de  la  ética  se  desarrolló  con  éxito
      pasmoso  en  las  cuatro  o  cinco  generaciones  siguientes  a  Sócrates ;
      de  hecho,  casi  cabe  decir  que  a  la  humanidad  no  se  le  ha  ocurrido
      ninguna  idea  importante  en  la  esfera  de  la  ética  desde  el  siglo  IV
      a.  J.  C.  Claro  está  que  la  cuestión  ¿“ qué  es  la  justicia?”  o  “ ¿qué  es
      la  vida  buena  para  el  hombre?”  se  le  ha  planteado  a  toda  comunidad
      humana,  por  primitiva  que  sea.  Y   en  términos  generales  la  respuesta
      se  ha  dado  en  forma  de  un  sistema  de  Themis  y  tabú,  de  cosas  que
      “ se  hacen”   y  cosas  que  “ no  se  hacen” .  Si  se  observaban  todos  los
      tabúes  no  se  hacía  nada  contrario  a  la  Themis;  no  se  cometía  trans­
      gresión  y,  por  tanto,  no  se  incurría  en  castigo.  Toda  transgresión  de
      la  Themis  había  que  repararla.  La  Dikê  se  abatía  sobre  el  transgresor
      y  restablecía  la  balanza.  Cuando  se  analiza,  Themis  resulta  ser  la
      costumbre  tribual,  lo  que  se  hace  siempre,  es  decir,  lo  que  hacen  los
      que  saben.  De  aquí  que  Themis  sea  el  tema  especial  de  los  oráculos ;
      en  situaciones  en  que  ninguna  persona  corriente  sabe  decir  lo  que  hay
      que  hacer,  el  dios  o  el  héroe  ancestral  en  su  tumba  lo  sabe  y  nos  dice
      lo  que  es  verdaderamente  themiss.
         Es  digno  de  notar  que  Platón,  influido  quizá  por  Pitágoras,  está
      fuertemente  inspirado  por  estas  ideas  primitivas  de  Themis,  aunque
      las  desarrolla  hasta  tal  punto  que  ya  casi  no  se  reconocen.  En  su
      espléndido  estudio  sobre  la  justicia,  La  República,  le  parece  a  Platón
      que  la  justicia,  tanto  en  el  macrocosmo  de  la  ciudad  como  en  el
      microcrosmo  del  individuo,  es  una  especie  de  división  del  trabajo,
      cosa  que  resulta  desconcertante  hasta  que  advertimos  que  en  realidad
      se  trata  de  la  primitiva  concepción  de  la  organización  tribual  que
      resurge  en  forma  nueva.  En  la  tribu  primitiva,  cada  clase  tiene  asig-
      nada  su  Moira  o  porción,  su  Ergon  o  función,  y  las  cosas  van  bien
      si  cada  clase  y  cada  individuo  se  atienen  a  su  Moira  y  desempeñan
      su  Ergon,  sin  cometer  transgresiones  ni  violar  los  de  los  demás.  Dicho
      en  fraseología  moderna :  todo  el  mundo  tiene  su  obligación  social  que
      cumplir  y  los  derechos  consiguientes.  Es  la  vieja  Themis,  pero  am-

        8  Véase  mi  obra  La  religión  griega,  final  del  cap.  I.
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