Page 121 - Orgullo y prejuicio
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que Bingley volvería a Netherfield y llenaría todos los anhelos de su
corazón, aunque la duda la asaltase de vez en cuando.
Acordaron que no informarían a la señora Bennet más que de la partida
de la familia, para que no se alarmase demasiado; pero se alarmó de todos
modos bastante; y lamentó la tremenda desgracia de que las damas se
hubiesen marchado precisamente cuando habían intimado tanto. Se dolió
mucho de ello, pero se consoló pensando que Bingley no tardaría en volver
para comer en Longbourn, y acabó declarando que a pesar de que le habían
invitado a comer sólo en familia, tendría buen cuidado de preparar para
aquel día dos platos de primera.