Page 208 - Orgullo y prejuicio
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Collins tuvo un cumplido y una alusión al asunto, que madre y hija
acogieron con una amable sonrisa. Después de la comida lady Catherine
observó que la señorita Bennet parecía estar baja de ánimo. Al punto se lo
explicó a su manera suponiendo que no le seducía la idea de volver tan
pronto a casa de sus padres, y le dijo:
––Si es así, escriba usted a su madre para que le permita quedarse un
poco más. Estoy segura de que la señora Collins se alegrará de tenerla a su
lado.
––Agradezco mucho a Su Señoría tan amable invitación ––repuso
Elizabeth––, pero no puedo aceptarla. Tengo que estar en Londres el
próximo sábado.
––¡Cómo! Entonces no habrá estado usted aquí más que seis semanas.
Yo esperaba que estaría dos meses; así se lo dije a la señora Collins antes de
que usted llegara. No hay motivo para que se vaya tan pronto. La señora
Bennet no tendrá inconveniente en prescindir de usted otra quincena.
––Pero mi padre, sí; me escribió la semana pasada pidiéndome que
volviese pronto.
––Si su madre puede pasar sin usted, su padre también podrá. Las hijas
nunca son tan necesarias para los padres como para las madres. Y si
quisiera usted pasar aquí otro mes, podría llevarla a Londres, porque he de
ir a primeros de junio a pasar una semana; y como a Danson no le importará
viajar en el pescante, quedará sitio para una de ustedes, y si el tiempo fuese
fresco, no me opondría a llevarlas a las dos, ya que ninguna de ustedes es
gruesa.
Es usted muy amable, señora; pero creo que no tendremos más remedio
que hacer lo que habíamos pensado en un principio.
Lady Catherine pareció resignarse.
––Señora Collins, tendrá usted que mandar a un sirviente con ellas. Ya
sabe que siempre digo lo que siento, y no puedo soportar la idea de que dos
muchachas viajen solas en la diligencia. No está bien. Busque usted la
manera de que alguien las acompañe. No hay nada que me desagrade tanto
como eso. Las jóvenes tienen que ser siempre guardadas y atendidas según
su posición. Cuando mi sobrina Georgiana fue a Ramsgate el verano