Page 239 - Orgullo y prejuicio
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valor del mobiliario. El señor Gardiner, muy divertido ante lo que él
suponía prejuicio de familia y que inspiraba los rendidos elogios de la
anciana a su señor, no tardó en insistir en sus preguntas, y mientras subían
la gran escalera, la señora Reynolds siguió ensalzando los muchos méritos
de Darcy.
––Es el mejor señor y el mejor amo que pueda haber; no se parece a los
atolondrados jóvenes de hoy en día que no piensen más que en sí mismos.
No hay uno solo de sus colonos y criados que no le alabe. Algunos dicen
que es orgulloso, pero yo nunca se lo he notado. Me figuro que lo
encuentran orgulloso porque no es bullanguero como los demás.
«En qué buen lugar lo sitúa todo esto», pensó Elizabeth.
––Tan delicado elogio ––cuchicheó su tía mientras seguían visitando la
casa–– no se aviene con lo que hizo a nuestro pobre amigo.
––Tal vez estemos equivocados.
––No es probable; lo sabemos de muy buena tinta. En el amplio
corredor de arriba se les mostró un lindo aposento recientemente adornado
con mayor elegancia y tono más claro que los departamentos inferiores, y se
les dijo que todo aquello se había hecho para complacer a la señorita Darcy,
que se había aficionado a aquella habitación la última vez que estuvo en
Pemberley.
––Es realmente un buen hermano ––dijo Elizabeth dirigiéndose a una de
las ventanas.
La señora Reynolds dijo que la señorita Darcy se quedaría encantada
cuando viese aquella habitación.
––Y es siempre así ––añadió––, se desvive por complacer a su hermana.
No hay nada que no hiciera por ella.
Ya no quedaban por ver más que la galería de pinturas y dos o tres de
los principales dormitorios. En la primera había varios cuadros buenos, pero
Elizabeth no entendía nada de arte, y entre los objetos de esa naturaleza que
ya había visto abajo, no miró más que unos cuantos dibujos en pastel de la
señorita Darcy de tema más interesante y más inteligible para ella.
En la galería había también varios retratos de familia, pero no era fácil
que atrajesen la atención de un extraño. Elizabeth los recorrió buscando el