Page 303 - Orgullo y prejuicio
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CAPÍTULO LII
Elizabeth tuvo la satisfacción de recibir inmediata respuesta a su carta.
Corrió con ella al sotillo, donde había menos probabilidades de que la
molestaran, se sentó en un banco y se preparó a ser feliz, pues la extensión
de la carta la convenció de que no contenía una negativa.
Gracechurch Street, 8 de septiembre.
Mi querida sobrina: Acabo de recibir tu carta y voy a dedicar
toda la mañana a contestarla, pues creo que en pocas palabras no
podré decirte lo mucho que tengo que contarte. Debo confesar que
me sorprendió tu pregunta, pues no la esperaba de ti. No te enfades,
sólo deseo que sepas que no creía que tales aclaraciones fueran
necesarias por tu parte. Si no quieres entenderme, perdona mi
impertinencia. Tu tío está tan sorprendido como yo, y sólo por la
creencia de que eres parte interesada se ha permitido obrar como lo
ha hecho. Pero por si efectivamente eres inocente y no sabes nada
de nada, tendré que ser más explícita.
El mismo día que llegué de Longbourn, tu tío había tenido una
visita muy inesperada. El señor Darcy vino y estuvo encerrado con
él varias horas. Cuando yo regresé, ya estaba todo arreglado; así
que mi curiosidad no padeció tanto como la tuya. Darcy vino para
decir a Gardiner que había descubierto el escondite de Wickham y