Page 111 - Fantasmas
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asi un kilómetro de vertedero estaba lleno de basu-
ra, la suma de los desechos de cinco localidades. La
recolección de basura era la principal industria de Callipho-
ra. Dos de cada cinco hombres adultos trabajaba en ella; otro
estaba en la base nuclear del ejército de Camp Calliphora y,
un kilómetro y medio al norte, los otros dos restantes se que-
daban en sus casas viendo la televisión, jugando a la lotería y
alimentándose de platos precocinados que compraban con cu-
pones de comida. El padre de Francis era una excepción: te-
nía su propio negocio. Buddy se refería a sí mismo como un
emprendedor, había tenido una idea que, estaba convencido,
revolucionaría el negocio de las gasolineras. Se llamaba au-
toservicio y consistía en que el cliente llenaba el depósito de
su coche él mismo y pagaba igual que en las gasolineras nor-
males.
Abajo, en el vertedero, era difícil ver nada de Callipho-
ra, arriba, en la saliente de la montaña. Cuando Francis levantó
la vista sólo pudo identificar la punta de asta de la gigantesca
bandera de la gasolinera de su padre. Dicha bandera tenía fa-
ma de ser la más grande de todo el estado, suficiente para en-
volver la cabina de un camión de gran tonelaje y demasiado
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