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embargo, el autor se refiere varias veces a la obra, dentro de sus propias notas,
                como Derry: un vistazo a la puerta trasera del infierno.
                   Cabe suponer que la idea de su publicación había cruzado más de una vez por
                la mente del señor Hanlon.


                   2 de enero de 1985.
                   ¿Es posible que toda una ciudad esté embrujada?
                   ¿Embrujada como se supone que lo están algunas casas?
                   No digo un edificio de esa ciudad ni la esquina de una calle ni una pista de
                baloncesto en un parque, con el aro sin red sobresaliendo hacia el crepúsculo,
                como algún oscuro y sangriento instrumento de tortura. No digo sólo una zona,
                sino todo. Todo lo que hay allí.
                   ¿Es posible?
                   El adjetivo que se usa en inglés para estos casos es haunted. Vea sus
                derivaciones:
                   Haunted: "Visitado con frecuencia por fantasmas o espíritus."
                   Haunting, el adjetivo correspondiente: "Que vuelve a la mente con insistencia;
                difícil de olvidar."
                   To haunt, el verbo: "Perseguir o aparecer con frecuencia, especialmente
                fantasmas." Pero... la palabrita se usa para mucho más. ¡Veamos! ""Lugar visitado
                con frecuencia: nidal, guarida, querencia..."" El subrayado es mío, por supuesto.
                   Y una más. Ésta, como la última, es una definición de haunt como sustantivo, y
                la que más me asusta: "Sitio donde comen los animales."
                   ¿Como los animales que golpearon a Adrian Mellon y lo arrojaron desde el
                puente?
                   ¿Como el animal que estaba esperando debajo del puente?
                   Sitio donde comen los animales.
                   ¿Qué está comiendo en Derry? ¿Qué se está comiendo a Derry?
                   En realidad es interesante. Yo no sabía que era posible estar tan asustado como
                yo lo estoy desde el caso Adrian Mellon y seguir viviendo, mucho menos seguir
                funcionando. Es como si hubiera caído en un cuento y todo el mundo sabe que
                uno no tiene por qué asustarse hasta el final del cuento, momento en que el
                perseguidor de la oscuridad sale del bosque, por fin, para alimentarse... de uno,
                por supuesto.
                   De uno.
                   Pero si esto es un cuento, no es uno de esos clásicos relatos escalofriantes de
                Lovecraft, Bradbury o Poe. Yo sé, no todo pero sí una buena parte. No empecé al
                abrir el Derry News, un día de septiembre pasado, y leer la transcripción de la
                audiencia preliminar del muchacho Unwin y comprender que el payaso que
                asesinó a George Denbrough bien podía estar de regreso. Empecé, en realidad,
                alrededor de 1980. Creo que fue entonces cuando una parte de mí, dormida hasta
                ese momento, despertó... sabiendo que su tiempo tal vez estaba volviendo.
                   ¿Qué parte? La parte del vigía, supongo.
                   O tal vez fue la voz de la Tortuga. Sí... me inclino por pensar que fue eso. Sé
                que es lo que creería Bill Denbrough.
                   Descubrí, en libros viejos, noticias de antiguos horrores. Leí sobre viejas
                atrocidades en viejos periódicos. Siempre en el fondo de la mente, cada día algo
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