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mirada). El yo-yo terminó en su palma ahuecada, con el cordel enroscado a su eje.
Bev lo devolvió a Richie y se sentó otra vez. El chico se instaló junto a ella,
boquiabierto de admiración. Bev soltó una risita.
--Cierra la boca o te tragarás una mosca.
Richie cerró la boca secamente.
--Además, esa última parte fue pura suerte. Es la primera vez en mi vida que
hago dos vueltas completas seguidas sin que se me pare.
Varios chicos pasaban junto a ellos, rumbo al cine. Peter Gordon pasó con
Marcia Fadden. Se decía que salían juntos, pero Richie imaginaba que era sólo
porque vivían en casas contiguas, en Broadway Oeste, y eran ambos tan tímidos
que necesitaban del mutuo apoyo. Peter Gordon ya tenía una buena cosecha de
acné, aunque sólo tenía doce años. A veces iba con Bowers, Criss y Huggins,
pero no tenía valor para intentar nada por su cuenta.
Echó un vistazo a Richie y a Bev y canturreó:
--¡Richie y Beverly están de novios! Primero de novios, después casados...
--... y aquí viene Richie con un bebé en brazos -concluyó Marcia, graznando de
risa.
--Sentaos aquí, capullos -dijo Bev, mostrándoles el dedo medio.
Marcia apartó la vista, disgustada.
Gordon la rodeó con un brazo y dijo a Richie, sobre el hombro.
--A lo mejor nos vemos después, cuatro-ojos.
--A lo mejor ves la faja de tu madre -respondió Richie con picardía, aunque sin
mucho sentido.
Beverly se destornilló de risa. Por un momento se apoyó en el hombro de Richie
y el chico supo que su contacto no era precisamente desagradable. Pero ella se
incorporó enseguida.
--Qué par de gilipollas -dijo.
--Sí, creo que Marcia Fadden mea agua de rosas -dijo Richie.
A Beverly le dio otro ataque de risa.
--Chanel número cinco -murmuró con voz apagada por las manos con que se
cubría la boca.
--Seguro -confirmó Richie, aunque no tenía la menor idea de lo que era Chanel
número cinco-. Oye, Bev ..
--¿Qué?
--¿Me enseñas a dominar el yo-yo?
--Probaré. Nunca he enseñado a nadie.
--¿Tú cómo lo aprendiste? ¿Quién te enseñó?
Ella lo miró con ceño.
--No me enseñó nadie. Lo imaginé, simplemente. Es como hacer girar un bastón
de majorette. Lo hago de maravillas.
--Cuánta humildad -comentó Richie, poniendo los ojos en blanco.
--Bueno, pero es cierto. Y no tomé clases ni nada de eso.
--¿Sabes manejar el bastón?
--Claro.
--Vas a ser majorette en la secundaria, ¿eh?