Page 81 - El retrato de Dorian Gray (Edición sin censura)
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                                           UANDO SE HALLABA sentado ante el desayuno a

                                           la  mañana  siguiente,  Basil  Hallward  apareció  en  la
                                           habitación.
                                                                                                     ⁠
                                               —Me  alegra  haberte  encontrado,  Dorian  —dijo
                                           con  gravedad⁠—.  Vine  anoche,  y  me  dijeron  que
                                           estabas  en  la  ópera.  Por  supuesto,  supe  que  era
                                           imposible.  Ojalá  hubieras  dejado  dicho  a  dónde
                                           habías  ido  en  realidad.  Pasé  una  noche  atroz,  casi
               temiendo  que  una  tragedia  hubiera  podido  ir  seguida  de  otra.  Creo  que

               deberías  haberme  telegrafiado  en  cuanto  conociste  la  noticia.  Yo  la  leí  por
               casualidad en una edición vespertina del Globe que tomé en el club. Vine aquí
               de  inmediato,  y  me  sentí  desolado  al  no  encontrarte.  No  sé  decirte  con

               palabras cuánto me ha destrozado el corazón lo sucedido. Sé lo que debes de
               estar  sufriendo.  Pero  ¿a  dónde  fuiste?  ¿Fuiste  a  ver  a  la  madre  de  la
               muchacha? Por un momento pensé en seguirte hasta allí. Daban la dirección
               en  el  periódico.  Algún  lugar  de  la  calle  Euston,  ¿verdad?  Pero  temí
               inmiscuirme en un dolor que no podía aliviar. ¡Pobre mujer! ¡En qué estado

               debe de encontrarse! ¡Y su única hija! ¿Qué ha dicho de todo?
                                                                           ⁠
                    —Mi querido Basil, ¿cómo podría saberlo? —murmuró Dorian bebiendo
               algún  vino  de  color  amarillo  pálido  de  una  delicada  copa  veneciana  con
                                                                                             ⁠
               burbujas doradas y con aspecto de hallarse terriblemente aburrido—. Estaba
               en  la  ópera.  Deberías  haber  ido  hasta  allí.  Conocí  a  lady  Gwendolen,  la
               hermana de Harry. Estuvimos en su palco. Es absolutamente encantadora, y
               Patti cantó divinamente. No hablemos de asuntos desagradables. Si uno no



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