Page 148 - El Terror de 1824
P. 148
M4 B. PÉREZ O ALDOS
— El Sr. D. Benigno y su hija han sido de-
latados, no se sabe por quién ni es fácil sa-
berlo. Por más que yo he tratado de averiguar-
lo, no me ha sido posible. Acúsanles de... pera
vamos por partes, para mayor claridad. Parece
que Elenita tien^ un novio llamado Angel Seu-
doquis.
— ¡Es mentira, es una infame impostura! —
exclamó Doña Robustiana, sobreponiéndose
á su estado nervioso. — Mi hija no tiene novio.
— Angel Seudoquis — prosiguió Pipaón, dan-
do poca importancia á la negativa de la en-
ferma,— hermano de D. Rafael Seudoquis, mi-
litar sin purificar, degradado y aun creo que
condenado á muerte por varios horrorosos crí-
menes de Estado. Según consta en la delación,
Rafael Seudoquis, que ha venido de Inglaterra
con órdenes de los revolucionarios para hacer
una tentativa, se valió de su hermano Angel,
novio de la niña, para ponerse en comunica-
ción con D. Benigno, el cual parecía tener en-
cargo de ayudarle...
— iQaé horrible maquinación! |Quó tejido
de infames mentiras!— murmuró Doña Ro-
bustiana ahogando los sollozos.— Sola, tú que
nos conoces y sabes quién (ntra y sale en
nuestra casa, ¿no te horrorizas deoir tales ca-
lumnias?
Soledad no contestó nada. Tenía un nuda
en la garganta.
— En la delación consta también — prosi-
guió el amigo de la casa, — que Rafael Seudo-
é quis entró dos veces seguidas disfrazado...
grandes barbas, aspecto fiero... yo no le co-