Page 198 - El Terror de 1824
P. 198

194       B.   PÉREZ  GALDÓS
      inútil  para  la  suerte  de  los  presos  como  los
      guijarros  de  que  está  empedrada  la  calle...  ¡Si
      todo  esto  es  vana  fórmula;  si  yo  escribo  por-
          que me  pagan  para  que  escriba;  si  esto  es  pu-
              yamente lo  que  yo  llamo  pan  de  archivo,  por-
          que no  sirve  más  que  para  llenar  esa  gran  b  )-
      ca  que  está  siempre  abierta  y  nunca  se  sacia!...
      S,01i  inocencia,  oh  candor  pastoril!  No  hable
      BSte  1  de  causas  ni  de  procedimientos,  porque
      si  todo  esto  (s3ñaló  los  legajos  que  en  gran  des
      pilas  lo  rodeaban)  se  escribiera  en  griego,  ser-
           viría para  lo  mismo  que  en  castellano  sirve:
      para  nada...  ¡Pobres  ratoues!  ¡y  es  tan  inhu-
            mana la  Sala,  que  manda  poner  ratoneras  para
      impedirles  que  se  coman  esto!
        El  licenciado,  después  que  concluyó  de  ha-
           blar, siguió  riendo  un  buea  rato.
        — En  ese  caso,  emprenderemos  la  conquiste
      de  Chaperón.
        — Cosa  muy  fácil,  pero  facilísima...  tenga
      usted  de  su  parte  á  Calomarde  y  á  Quesada,  y
      échese  á  dormir,  señora.
        — Es  que  ahora — repuso  la  dama  muy  preo  •
      «upada, — dicen  que  apretarán  mucho  la  cuer-
         da y  que  no  perdonarán  á  nadie.
        — Sí;  el  Gobierno  necesita  ahora  más  que
      nunca  demostrar  gran  celo  para  perseguir  á
      los  liberales.  Los  voluntarios  realistas  le  acu-
          san de  que  ahorca  poco.
        — ¡Qué  horror!
        — De  que  ahorca  poco.  Pues  bien:  el  Go-
             bierno se  verá  en  el  caso  de  ahorcar  mucho.
        — jY  á  esa  pobre  jo  ven. ..1
        — Esa  pobre  joven...  La  verdad  es  que  ia
   193   194   195   196   197   198   199   200   201   202   203