Page 248 - El Terror de 1824
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244 B. PÉREZ GALDÓS
20 de este mes? — preguntó Lobo con extraor-
dinario calor.
— Que la fuerza de las pruebas en favor ó en
contra del anisado se dejan á la prudencia e im-
parcialidad de los jueces. Bien: admitamos que
la ficción de demencia es cosa corriente. No
hay más que hablar.
— ¿Qué dice el artículo 11 del mismo de-
creto?
— Que se castigue con el último suplicio á los
que griten « Viva la Constitución, mueran los ser-
viles, mueran los tiranos, viva la libertad...» \ Ahl
aquí no puede haber quebraderos de cabeza.
Según este artículo, Sarmiento debía haber si-
do ahorcado cien veces... Pero la imbecilidad,
la locura, ó como quiera llamarse á esa su se-
mejanza con los graciosos de teatro...
— ¿Qué dice el artículo 6.° del mismo de-
creto?— preguntó de nuevo Lobo con tanto en-
tusiasmo, que sin duda se creía la imagen mis-
ma de la Jurisprudencia.
— Dice que la embriaguez no es obstáculo para
incurrir en la pena.
—¿Y qué es la embriaguez más que una lo-
cura pasajera?... ¿Qué es la locura más que
una embriaguez permanente? Consulte Vue-
cencia, Excelentísimo Señor, todos los autores,,
y verá cómo concuerdan con mi parecer. Vue-
cencia podrá fallar lo que quiera; pero de la
causa resulta, claro como la luz del día, que
la muchacha y los ángeles del cielo rivalizan
en inocencia, y que el Sarmiento es reo con-
victo del asesinato de Vinuesa, de propagación ,
de ideas subversivas, del establecimiento de la